Sus labios se tocaron en un suave y profundo beso, probando el saber del mismísimo cielo, confundiendo sus almas, y reteniendo cada sensación para transmitirla con sus miradas que se toparon al alejarse.
-Te amo- dijo él.
Ella lo abrazó - Te adoro- respondió.
martes, 24 de mayo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario